justo antes que la sombra
interrumpa mi ciudad
ando sin mirada
jueves, 4 de mayo de 2017
sábado, 31 de diciembre de 2016
sábado, 17 de diciembre de 2016
.
doy el salto
no hay nada
espero
nada aparece
llamo
alguien no responde
doy la
vuelta
hay vuelta
nada más no hay nadie
nada más no hay nada
lunes, 15 de agosto de 2016
lunes, 16 de mayo de 2016
jueves, 12 de mayo de 2016
yo te sabría
de ojos cerrados si pasaras por la puerta
mi alerta avisaría
el diálogo desenfundado
nos trascendería
un bálsamo entre-las-palabras
si así el velo de nuestros mundos
se rasgara
yo te sabría
por éste romance con la poesía
que tengo para dibujarte
podría identificarte
en tu corazón la alegría
y revelación de repente
yo me apuraría a confesarte
que eternamente esperaría
advierto nuestro parecido en sangre
que los dioses beberían
si quisieran crear el universo
esa misma tarde
Ay, si yo pudiera explicarte
(el silencio se haría)
el inmenso acontecimiento
de mirarte...
me abandono a éste sueño despierto,
atisbo que he vuelto
a encontrarte
de ojos cerrados si pasaras por la puerta
mi alerta avisaría
el diálogo desenfundado
nos trascendería
un bálsamo entre-las-palabras
si así el velo de nuestros mundos
se rasgara
yo te sabría
por éste romance con la poesía
que tengo para dibujarte
podría identificarte
en tu corazón la alegría
y revelación de repente
yo me apuraría a confesarte
que eternamente esperaría
advierto nuestro parecido en sangre
que los dioses beberían
si quisieran crear el universo
esa misma tarde
Ay, si yo pudiera explicarte
(el silencio se haría)
el inmenso acontecimiento
de mirarte...
me abandono a éste sueño despierto,
atisbo que he vuelto
a encontrarte
domingo, 7 de febrero de 2016
Bajo la influencia de tu nombre
entrando y saliendo
de Acuario,
por la cabeza y más
diálogos
para mí soportables a veces menos,
se facilitan movimientos y se retienen otros;
Amigos son astros.
Repita.
Repita.
Tal influencia y recado.
¿Nos vemos nos vemos?
+ porfiados, + leves
órbitas que van a cumplirse igual,
listones que entrenan para el salto.
¿Nos acercamos nos alejamos?
Amores son astros.
¿Nos acercamos nos alejamos?
Amores son astros.
Bajo la influencia de mi nombre
entrando y saliendo de Tauro,
pactos
convencidos o menos,
suscitan furias y jurados.
Cuando la distancia anuncie los brotes nuevos del Cada uno
más completo ;
nos hayamos inspirado
y el trazo se continúe más lúcido sin nosotros;
tomemos la orden mejor:
reunirnos en canciones
altas
del siempre
\
domingo, 3 de enero de 2016
jueves, 31 de diciembre de 2015
sábado, 24 de octubre de 2015
domingo, 12 de julio de 2015
Mingus: lo que he visto sin saber que vería
Bailan con el cerebro
tras las hojas
tras las hojas
barren las notas desapareciéndolas
hacia el inmediato pasado
El frágil ensamble del momento que se va
y se sigue
yendo
Ésta pecera éste domingo
no escatima en belleza
le llaman "música efímera"
a tal convergencia
y postura
a tal inteligencia que hace frente
al caos
hacia el inmediato pasado
El frágil ensamble del momento que se va
y se sigue
yendo
Ésta pecera éste domingo
no escatima en belleza
le llaman "música efímera"
a tal convergencia
y postura
a tal inteligencia que hace frente
al caos
Melodía en todas partes cómo puede volar tanto
el sonido tan amable tan acorde
Como un sueño no recordaré
nada de ésta noche
cada pista habilita un carril
para Ser,
frecuencias simultáneas y la cometa va
lejísimo
se habilita múltiple el despegue
Como un sueño no recordaré
nada de ésta noche
cada pista habilita un carril
para Ser,
frecuencias simultáneas y la cometa va
lejísimo
se habilita múltiple el despegue
Eso que aprendieron Dios mío
pinta
el dulce jardín que existe
y la flor enteramente nueva
los pétalos sutiles de la idea
el dulce jardín que existe
y la flor enteramente nueva
los pétalos sutiles de la idea
Cuando la hora de la música,
es tan digna la vigilia
es tan digna la vigilia
Y ésto que me sobra quiero dejar
de llamarle amor esto que
cuando me subo a la música
sucede
le llamaré iluminación
efímera.
efímera.
(Música efímera, donde 8 compositores escriben piezas que se tocan esa sola vez. Un domingo al mes en Bar Mingus, imperdible)
miércoles, 10 de junio de 2015
viernes, 29 de mayo de 2015
belleza sujeta a verificación
no es la plena belleza
si al anochecer ruega
permiso al espejo
en relación uno con uno
jamás con el otro
uno con uno siempre
y todos soñándonos separados
se ha inventado un plano inestable
usa la fuerza
hacia dentro
nadie se pregunta
¿es eso pleno?
lo pleno es y se cae el cielo otro
pleno existe vehemente nace un universo
son las mejores personas
paren hijos para verse
en el éxtasis de ser realmente vistos
de reconocer la unidad descomunal
y atrévanse a decir que la perfección no es cierta
belleza sujeta a verificación depende
sólo de la miseria de turno
y no hay honestidad que valga si no grita:
así te amo
domingo, 22 de marzo de 2015
viernes, 20 de marzo de 2015
Sincronicidad
Hace
unos años tuve una experiencia inusual y ciertamente transformadora, un estado
de consciencia que solía ser fugaz y más leve, hasta aquel momento. Algo que
creí que era un golpe de inspiración que persistió.
Aquel
estado que comenzó en 2009 favorecía la creatividad a la hora de hacer música, a la hora de dibujar
y más aún a la hora de percibir y pensarme. Una sensación de sincronización
entre ser y crear. Simultaneidad entre ellas.
La
relación con el tiempo llamaba mi atención intensamente, sentía percibir el
infinito, estado que ahora, palabra mediante, no logro evocar. Experimenté
sueños premonitorios, agudización de la empatía y la profunda percepción del
otro, estado de gracia y plenitud.
Un
atisbo de éstas experiencias se presenta antes de mi actividad creativa,
precede al momento de por ejemplo, la poesía. A veces ligado a la escritura ó a
veces también a la lectura. Creo que podría relacionarlo en general con un
momento de repentina comprensión de algo y atención optimizada.
Aquello
había comenzado una noche delante de la computadora, cuando extrañamente
alterada por la presencia del mismo árbol de siempre tras la ventana de mi
estudio, comenzó la vivencia . En ese momento dispuse la atención de mis
palabras a describir y capturar qué emanaba de aquella imagen que se
relacionaba conmigo a través de la emoción. Tras el velo de la apariencia del
árbol, como otras veces, leía un símbolo.
El tiempo parecía detenerse conmigo, igualmente erizado. El Yo se disolvía expandiéndose muy más allá de mi cuerpo físico, una sensación de identificación con una vasta red de información confusa que a su vez llamaba a mi frecuentemente habitada mente, al silencio de pensamiento.
El tiempo parecía detenerse conmigo, igualmente erizado. El Yo se disolvía expandiéndose muy más allá de mi cuerpo físico, una sensación de identificación con una vasta red de información confusa que a su vez llamaba a mi frecuentemente habitada mente, al silencio de pensamiento.
Sobre
mi escritorio vi un reloj de arena, souvenir de algún festejo de
15 años que mi hermano trajo a casa. El reloj machucado estaba detenido, con
arena arriba y abajo, esa fue la primer sincronicidad. O sea, simultaneidad de
dos eventos de forma no causal y relacionados por el significado (C.Jung), que
a su vez relacionan el mundo interior con el exterior.
Esa
madrugada apenas intenté describir lo que se me presentaba en un archivo, pero
con una cuota de miedo me acosté a dormir con la esperanza de recuperar
claridad y expresar lo sucedido a la mañana siguiente. La experiencia era de
una intensidad inusitada para mi, que contaba en mi haber con experiencias
gratas bajo la influencia de sustancias, pero no antes alcanzables en éstas
condiciones.
A
la mañana siguiente el descanso había sido completo y “despertar” traía consigo
un nuevo significado. También traía un sueño:
Anduve
por un bosque a los saltos, las copas de los árboles principalmente me llamaban
con toda naturalidad. Entonces apareció un sobre, flotaba sin que yo lo tuviera
que sostener, y “yo“ no sé qué era. Pero
veía. El sobre de enorme magnitud se abrió y dejó ver una hoja en blanco. El
orden de los sucesos se intercalaba, era, si pudiera describirlo con palabras,
simultáneo. Mientras saltaba y planeaba de una rama a la siguiente, descubría
tras el follaje una letra que además aparecía sobre la hoja blanca del sobre. Y
así seguí, salto a salto despeinando ramas y liberando las doradas letras hasta
develar su mensaje.
La
carta dijo “Has sido invitada”.
Esa
mañana mi respiración era más plena que usualmente. Mis sentidos se
relacionaban muy sinestésicamente, el pensamiento parecía ordenado y
constantemente poético. Funcionaba con mayor integridad e integración.
Escuchaba la misma música que ahora mismo, las versiones de Jacques Loussier de
las Gymnopedies de Erik Satie. Obras que hoy juzgo de profundidad y levedad por
siempre anhelables.
Salí
de casa expectante, todo podría apagarse tan repentinamente como se había
encendido, sin embargo la información fluía aún libremente y regalaba su
vastidad.
Jamás mi soledad había sido tan profundamente halagada, por lo que la
elegía.
Caminé
hasta una estación de servicio en aquel estado, calma y conmovida por las
personas y los sonidos. Cuando llegué, a mis pies brillaba una laminada y
anaranjada entrada de cine sin usar. “La revelación “ era el nombre de la
película que alguien nunca llegó a ver. Apenas sonreí en aquel estado de
ensueño, dudé de qué significaba estar despierta, la sincronicidad se
naturalizaba. El aire parecía cargado de intención.
Tuve
la extraña sensación de que la habitual percepción se invertía. Como si yo fuese
el mundo que ésta vez me miraba a los ojos. La expansión traía júbilo y
liberación.
En
ese entonces también la calidad de los recuerdos cambió. Como si cierta zona de
los pensamientos estuviesen escondidos, olvidados y sólo se abrieran para su
correspondiente formato de conciencia y comprensión. Entonces recordaba sueños
y palabras recónditas que además me alimentaban en mayor y mayor profundidad,
haciéndome más liviana.
Soñé
un Buda azul y una lechuza dorada. También soñé vacas de once pisos de alto.
Investigué aquellos símbolos maravillada por el instrumento de la internet. Una red de información no física que nos conecta e invita a comunicarnos cada vez más a pesar del espacio. Nos comunica con proyecciones del otro, nos entrena (pensé en aquel entonces) para la telepatía. Me sentí abrumada por aquella sensación de sentido que relacionaba unas cosas con las otras y a mi Yo con el exterior, ahora indiferenciados. Me hice de la constante compañía de “Así habló Zaratustra” de Nietzshe, escritura que nunca antes había leído de ésta forma. Nada había leído antes de ésta forma.
Investigué aquellos símbolos maravillada por el instrumento de la internet. Una red de información no física que nos conecta e invita a comunicarnos cada vez más a pesar del espacio. Nos comunica con proyecciones del otro, nos entrena (pensé en aquel entonces) para la telepatía. Me sentí abrumada por aquella sensación de sentido que relacionaba unas cosas con las otras y a mi Yo con el exterior, ahora indiferenciados. Me hice de la constante compañía de “Así habló Zaratustra” de Nietzshe, escritura que nunca antes había leído de ésta forma. Nada había leído antes de ésta forma.
Mi
cerebro parecía estar enormemente más abierto para el aprendizaje y la
contemplación, así como caía en pensamientos que me hubieran excedido en
cualquier otro momento respecto a la ilusión del tiempo, la ínfima utilización del
potencial humano y un intuído rumbo de la evolución. Inspiración.
Así
me encontré con Teilhard de Chardin, del que hice una lectura vergonzosamente
escueta en cuanto a su investigación científica, pero sí identifiqué en su
pensamiento acerca del punto Omega un camino parecido al que mi intuición
buscaba.
Ésta
experiencia transpersonal sugería que un día el hombre, omnisapiente y omnipresente,
descubriría que él habría sido siempre un camino hacia la identificación de
aquel Dios. Internet seguía emocionándome, como una plataforma de información
conectada que favorecería éste salto. La introspección finalmente acabaría en
esa revelación. Quizás Dios sea sencillamente nuestro potencial.
Me
perdí en personas, paisajes, poesías y canciones como nunca antes. Pregunté por
qué cantaban éstas aves en mi ventana y oí su pedido de que otros despertaran.
Una
noche de aquel verano en el frente de mi casa miré al cielo y en silencio pedí
una estrella para confirmar que esto fuera una orden cierta, estrella que seguidamente apareció y me ganó una lágrima.
Sincronicidades
de creciente belleza.
Asusté
a mi madre con mis palabras, que cumplían algunos requisitos de diagnósticos
psiquiátricos amenazantes, pero me preparé también para explicarle lo fácil que
puede ser confundir una cosa con la otra. Mi experiencia me hacía segundo a
segundo más profundamente sana. Y en Oriente habría sido comprendida de otra
forma. Mantuve a mi ego encauzado, hubiera sido peligroso dejarlo adueñarse de
la experiencia y caer en el “YO SOY” que desata tantas formas de locura. Yo sólo estaba siendo atravesada.
Escribí
y gocé lo que nunca antes.
Y
ya mi vida había sido transformada por ésta comunicación con la
naturaleza de la realidad. Un tejido de información milagroso y dotado de la
sublimidad de su sola existencia.
domingo, 8 de marzo de 2015
martes, 18 de noviembre de 2014
Por tono los pensamientos y recuerdos van como vidas paralelas. En cualquier instante das el salto, tan sutil que no aparece y ya estás en el contiguo.
Por esas sendas nos encontramos a veces a reflejar el néctar, indecible de sabroso. Un color que la mente no imagina. Así también se explaya la madeja de tinieblas y su carácter de claroscuro. Mismo misterio.
La voz subyace y trasciende.
Tiene un ojo de Sol y otro de Luna.
lunes, 1 de septiembre de 2014
miércoles, 27 de agosto de 2014
Si no le pidiera unos versos al alba
y si mi más honda alegría no le adjudicara
¿qué elegiría el alba en su plena soledad
si por su propia existencia le preguntara?
¿Se despertaría igual sin nuestra lluvia de versos y miradas?
Ignoro dónde existe el mundo.
Temo de pronto que las palabras,
las hermosas proyecciones
sean finalmente auto adjudicadas.
Temo que el alba verdaderamente sea de cada uno.
¿Se volvería contra mi la mirada?
¿Para mi los versos y confesiones?
¿Querría yo volver a despertar a otro jornal de travesía?
No es que me interese por mi,
me preocupa
¡ qué sería del alba !
A propósito me pregunto cuánto hace que la noche no me encuentra sola
sin pastillas ni amantes opiáceos
que Dios bendiga
porque lo peor es la honestidad
de mi sufrimiento,
frente al espejo testifico una
batalla perdida.
Escándalo afuera, adentro mi
resonancia desorganizada,
me despide la belleza de las
cosas,
cierro ingiero tenso.
No habrá un asomo de silencio
entre mi cuerpo ésta noche,
destierro oxígeno de mi pecho
para rogarle que vuelva
y ruego y nadie escucha,
ni una bocanada plena.
La cortina indiferente.
Igual de mudo el llanto. Las
ilusiones.
Mi cráneo vulnerado por qué sé yo
qué tormentos
urgencias sin palabras, sin
piedad rayos comandados, específicos
no sé cómo decirte,
un panorama fulminante de mi y yo
no me encuentro.
Salgo a buscarme a la tarde,
a un manojo de razones coloradas,
ésto u aquello podría pero sé que
no es,
son razones que no encuentro
son razones que no encuento
domingo, 24 de agosto de 2014
¡Cuánto el universo se arma
alrededor de la palabra!
Hay estéticas y diversas tesituras
hay poesías como criaturas
que se estremecen con las cosquillas
de las pestañas que les barran
Vacíos que preocupan
y reflexiones no resueltas
pueden darse vuelta en una poesía
según el lugar que ocupan
El haz de la palabra
de un discurso intelectual
disecciona a la identidad
que aún a sí no se abarca
pero se recorre, se inventa y espera
que de su retrato nervioso
la palabra guarde un registro,
pues sin éste peregrinaje
no sería lo mismo.
La palabra es un enlace milagroso.
La palabra es el círculo que se cierra
donde antes no había nada,
es ánima inspirada
cuando cada uno la imagina,
la palabra es
la brutal humanidad
y la fábula divina
ni siquiera hay que pedirle nada,
sólo dile y ahí está la intrépida palabra,
educa a tus hijos para evocarla
¡es de una creatividad descarriada!
Acuario
yo te sabría
de ojos cerrados si pasaras por la puerta
mi alerta avisaría
el diálogo desenfundado
nos trascendería
un bálsamo entre-las-palabras
si así el velo de nuestros mundos
se rasgara
yo te sabría
por éste romance con la poesía
que tengo para dibujarte
podría identificarte
en tu corazón la alegría
y revelación de repente
yo me apuraría a confesarte
que eternamente esperaría
advierto nuestro parecido en sangre
que los dioses beberían
si quisieran crear el universo
esa misma tarde
Ay, si yo pudiera explicarte
(el silencio se haría)
el inmenso acontecimiento
de mirarte...
me abandono a éste sueño despierto,
atisbo que he vuelto
a encontrarte
domingo, 17 de agosto de 2014
Otra inyección de amor
Paseo ésta feria sin mañana. En mis labios sellados de satisfacción descansan mariposas. En mi pecho la brisa sosegada. Sabor a Montevideo. Las ventanas suspiran y algunos veleros pincelan el solo tono del mar. Flores atentas a mi paso, posan. Foto. Otra inyección de amor.
Imagino recorrer las mañanas de otros mundos a sabiendas de que ahora mismo les concurro libremente.
Me deslizo entre universos mientras el Sol me gana una gota. Mi sombra danza su ruta enamorada.
Me refleja un tiempo cronometrado por el pensamiento. Ágil el movimiento. Saltos de verso a verso. Recibo una dulce mirada desde el horizonte lejano.
Como siempre me cautiva la belleza en las mujeres que pasan. Sonorizan el paisaje con pensamientos del día más presente de la semana. Alguna advierte mi canto libre que también pasa. Encendida la remera que escurre al Sol por mis hombros tersos.
Camino con la soltura que participa del ritmo profundo y desarraigado del espíritu antiguo.
Caminaba a mi encuentro y al final, era un mundo quien alegremente bailaba.
Caminaba a mi encuentro y al final, era un mundo quien alegremente bailaba.
Día del niño
Si la mañana me amara como yo le amo a veces, no vería el mundo otro mediodía.
Por eso fue vestida con rizos dorados y serpentinas, para que en mi infancia para siempre todavía,
la niña que quisiera y no podría, despuntara sus zapatos queriéndole tener
a paso de evocación de rimas.
viernes, 8 de agosto de 2014
7
Me gustan las siete de la mañana.
Ni los autos molestan
cuando aún van aletargados por el tiempo recién despierto.
El tiempo que despierta con la gente
y la gente que como es poca, todavía está hecha de personas con sueño.
Cómo me gustan las siete de la mañana.
Pensar que al trasnochar quiero demorar al alba
y cuando el alba suspira de repente
cae rendido el peso a la emoción.
La promesa de todo lo que amanece
es la hora siete de la mañana,
la potencia de lo que es en potencia,
¡ay cómo me gusta lo que no ha sido y aún podría ser!
La hora perfecta e intocada,
más aún, cuando me toca
sigue siendo perfecta.
Cómo me gustan las siete de la mañana.
El punto es más célebre,
la coma es más pausada ,
tengo la cara más pálida y las ojeras donde van.
La vigilia es frágil
Como para quebrar ante los colores
y despachar sueños,
Ahí van:
Uno, dos, mil.
Una sala con vida
y de gusto exquisito,
sólo le otorga eco a los coros:
las aves y los caracolitos,
los follajes que se desperezan para siempre
una sola vez,
y una les queda oyendo hasta morir.
Casi no me creo el lujo
de ser testigo.
A mi me da como una vergüenza,
la que sentí cuando de niña
me pusieron al lado de mi noviecito
y sólo estarle cerca me bastaba
para acelerar todos los péndulos
con el corazón.
Ay de las siete de la mañana,
Las del invierno y las de verano,
Tan llenas que se desbordan
Y prestan beatitud.
Yo me dejo,
Al frío punzante y acogedora la tibiez,
total…
ambas me atraviesan.
Me gustan las siete de la mañana.
Ni los autos molestan
cuando aún van aletargados por el tiempo recién despierto.
El tiempo que despierta con la gente
y la gente que como es poca, todavía está hecha de personas con sueño.
Cómo me gustan las siete de la mañana.
Pensar que al trasnochar quiero demorar al alba
y cuando el alba suspira de repente
cae rendido el peso a la emoción.
La promesa de todo lo que amanece
es la hora siete de la mañana,
la potencia de lo que es en potencia,
¡ay cómo me gusta lo que no ha sido y aún podría ser!
La hora perfecta e intocada,
más aún, cuando me toca
sigue siendo perfecta.
Cómo me gustan las siete de la mañana.
El punto es más célebre,
la coma es más pausada ,
tengo la cara más pálida y las ojeras donde van.
La vigilia es frágil
Como para quebrar ante los colores
y despachar sueños,
Ahí van:
Uno, dos, mil.
Una sala con vida
y de gusto exquisito,
sólo le otorga eco a los coros:
las aves y los caracolitos,
los follajes que se desperezan para siempre
una sola vez,
y una les queda oyendo hasta morir.
Casi no me creo el lujo
de ser testigo.
A mi me da como una vergüenza,
la que sentí cuando de niña
me pusieron al lado de mi noviecito
y sólo estarle cerca me bastaba
para acelerar todos los péndulos
con el corazón.
Ay de las siete de la mañana,
Las del invierno y las de verano,
Tan llenas que se desbordan
Y prestan beatitud.
Yo me dejo,
Al frío punzante y acogedora la tibiez,
total…
ambas me atraviesan.
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